Aprenda más acerca de la adicción. ¿Qué es la adicción? ¿Cuáles son sus síntomas? Tratamiento.

Aprenda más acerca de la adicción. ¿Qué es la adicción? ¿Cuáles son sus síntomas? Tratamiento.
Desde el año 2004, la OMS (Organización Mundial de la Salud) dio a conocer alarmantes cifras con el incremento de la población mundial que padece de adicciones, ya sea a sustancias lícitas o no. Siendo estas la principal causa de diversas enfermedades tanto físicas como mentales y emocionales.  
 
Han pasado ya 15 años desde la elaboración de dicho informe, sin embargo, pese a los planes de acción preventiva y correctiva, las adicciones lejos de haber disminuido, siguen formando parte de las principales causas de muerte, a nivel mundial, y aumentan cada vez más.
 
Según el último informe realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito de la ONU, presentado el 9 de julio de este año, se concluyó que se ha incrementado la cantidad de consumidores, siendo 35 millones de personas a nivel mundial afectados por trastornos relacionados con el consumo de sustancias de diversos tipos, lícitas e ilícitas. 
 
Es importante tomar conciencia de lo perjudicial que resulta una adicción, así como tomar cartas en el asunto para prevenir las complicaciones que se derivan de la misma. Es por ello, que hoy te enseñaremos un poco más sobre las adicciones, cómo prevenirlas y/o combatirlas. 
 
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la adicción es un enfermedad física y también psicoemocional, durante la cual se genera una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o bien una relación. Presenta un conjunto de signos y síntomas que abarcan factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales. 
 
Así mismo es importante diferenciar, entre una dependencia de carácter físico y una psicológica. Tenemos que: 
 
Adicción física: sucede cuando nuestro cuerpo nos pide el consumo de cierta sustancia, a pesar de que somos plenamente conscientes de que el ingerirla tendrá efectos perjudiciales para nosotros. 
 
Adicción psicológica: a pesar de que el cuerpo no nos pide ingerir o hacer un algo determinado, pensamos que al hacerlo nos sentiremos mejor, y obtendremos un estado de excitación, alegría o placer inmediato. 
 
Causas de las adicciones
 
Las adicciones o síndrome de dependencia según lo define la OMS, es de carácter multifactorial, entre los factores influyentes se definen: psicosociales, ambientales, biológicos y genéticos, que resultan claves en el consumo, uso y abuso de ciertas sustancias. 
 
Según un informe realizado por la OMS, sobre neurociencia del consumo de sustancias psicoactivas, se afirma que la dependencia al consumo de sustancias tiene tanto de trastorno cerebral, como cualquier otro trastorno neurológico o psiquiátrico.  
 
En diversos estudios realizados, se ha comprobado que las sustancias simulan los efectos de los neurotransmisores naturales afectando de este modo el funcionamiento normal del cerebro, alterando y eliminando los neurotransmisores endógenos. 
 
Así mismo, se halló evidencia de que la interacción de ciertos genes al interactuar con diversos factores ambientales, inciden en el comportamiento dependiente de sustancias psicoactivas. 
 
Es por ello, que la dependencia a las sustancias es más bien complejo, y por ello requiere de ayuda de especialistas para su tratamiento. 
 
 
Factores de riesgo
 
Anteriormente hemos mencionado, ciertos factores que influyen en la dependencia, como el psicosocial, ambiental, biológico e incluso genético. 
 
Entre los factores ambientales, se encuentran el contexto familiar, escolar o incluso el círculo de amistades que rodea al individuo, que pueden incitar al consumo, estos suelen influir en el inicio del consumo. 
 
En cuanto a los factores genéticos, luego de haber consumido alguna droga, el llegar a un nivel de adicción o dependencia, puede verse potenciado según algunos rasgos heredados, los cuales pueden influir en el avance de la enfermedad con mayor o menor rapidez. 
 
Existen también otros factores que afectan directamente la capacidad del individuo para iniciarse en el uso de sustancias, entre los cuales se distinguen: 
 
Antecedentes familiares: usualmente cuando en el grupo familiar consanguíneo, existe alguien con dependencia a drogas o alcohol, el riesgo de presentar un síndrome de dependencia es mayor, que cuando no existen tales antecedentes en la familia. 
 
Falta de cuidado familiar, algunos de los individuos pese a mostrar signos alarmantes de estar consumiendo o presentando un comportamiento distinto, no reciben la atención o ayuda necesaria, por parte del grupo familiar. Especialmente cuando se trata en la adolescencia, ya sea por no tener vínculos familiares estrechos, o relaciones difíciles. 
 
Inicio de consumo en edad temprana, esto puede ayudar a que la adicción avance con mayor rapidez, especialmente porque su ingesta se inicia en una etapa en que aún el cerebro está en desarrollo. 
 
Trastorno mental, si el individuo presenta algún trastorno como depresión, hiperactividad o estrés postraumático, el consumir alguna sustancia psicotrópica, puede parecer una solución o incluso puede dar una falsa sensación de alivio y control, generalmente se usa como escape, para evadir el origen del problema. 
 
¿Cómo detectar una adicción?
 
Las adicciones al igual que otras enfermedades, pueden ser detectadas y una vez que se reconocen los síntomas es importante buscar ayuda y apoyo, dentro de un círculo de confianza, sea familiar o amigo, o bien en algún centro de salud. 
 
Te dejamos a continuación los síntomas más comunes de la adicción. 
 
Consecuencias
 
La dependencia a sustancias lícitas o no, pueden llegar a transformar la vida de quien las ingiere y de su entorno cercano, tanto familiares como amigos. Así mismo, puede acarrear terribles consecuencias en el cuerpo, por ejemplo: 
 
 
Problemas laborales: estos generalmente surgen cuando el individuo no es capaz de cumplir con sus actividades en el trabajo, puede presentar absentismo o bien volverse violento ante la exigencia del cumplimiento de sus obligaciones.  
 
Problemas financieros: dada la necesidad de hacerse con la sustancia, se presenta el endeudamiento como forma de pago, muchas veces incluso se venden objetos del hogar como una televisión o computadora, sean o no propiedad del individuo. 
 
Problemas de salud: las adicciones, pueden potenciar enfermedades como el cáncer, ictus, enfermedades pulmonares o daños en las vías respiratorias. También según la vía de ingesta de la sustancia, se pueden contraer enfermedades como hepatitis B o C, VIH o Sida en el caso de sustancias que sean inyectables y se comparta el uso de la aguja, entre otras. 
 
Conflictos familiares: es común que quienes padecen adicciones, terminen en conflictos familiares, dado los cambios comportamentales que se presentan conforme la adicción avanza, generando un clima de violencia u hostilidad en el seno familiar. 
 
Accidentes: el uso de sustancias psicotrópicas afectan directamente el funcionamiento del cerebro, es por ello que incluso se puede colocar la vida del individuo en riesgo, sobre todo cuando este se encuentra bajo sus efectos realizando actividades que requieren el uso del 100% de sus capacidades mentales, como el conducir. 
 
Suicidio: quienes padecen de algún tipo de adicción, tienen una mayor probabilidad de morir por suicidio, que quienes no lo hacen. 
 
Tratamiento y prevención
 
A la fecha, se han realizado numerosos estudios, para comprender hasta qué punto es posible curar una adicción, lamentablemente no se tiene algún resultado contundente que afirme que esto sea posible. 
 
Sin embargo, es posible tratarla satisfactoriamente, y lograr la recuperación del individuo. Sobre esto, existen diversos tipos de tratamientos, algunos de ellos basados en terapias conductuales, las cuales pueden ser individuales o grupales, además existen terapias cognitivas o manejo de contingencias. 
 
Dentro de las terapias cognitivas, se han realizado enfoques directamente relacionados al mindfulness, donde se aporta al individuo herramientas, para detectar cuáles son los detonantes de la adicción, y trabajar en mejorar el manejo de emociones, así cómo los impulsos. 
 
Y es que cuando practicas el mindfulness con constancia, se logra alcanzar un estado de paz mental y tranquilidad, así como un mayor control sobre tus emociones que es lo que muchas personas buscan cuando utilizan algunas sustancias, bien sea porque no desean lidiar con una situación o para poder tolerarla. 
 
El mindfulness, ayuda al individuo a mejorar el control sobre sus emociones, manteniendo la mente enfocada en el ahora, sin divagar, ni permitir que los pensamientos tristes, agobiantes o llenos de negatividad afecten nuestro estado de ánimo, al aprender que tus pensamientos son solamente eso, pensamientos, no te definen como individuo. 
 
Una de las pioneras en el uso del mindfulness en el tratamiento de las adicciones, es la Dra. Marsha Linehan, quien con su equipo de la Universidad de Washington, empezaron a implementar la Terapia Dailéctico-Comportamental. 
 
Dicha terapia se aplicó en individuos que padecían del Trastorno Límite de la Personalidad, el cual tiene diversas consecuencias para quien la padece, entre ellas episodios de violencia, impulsividad, inestabilidad del estado de ánimo, así como consumo y abuso de sustancias, llegando incluso al suicidio. 
 
Ante la vulnerabilidad de este grupo de personas, la Dra. Linehan, asegura que el factor psicosocial es determinante, especialmente ante un patrón de crianza que incluye respuestas inapropiadas a la comunicación de las experiencias, fomentando de este modo una reactividad del estado de ánimo o incluso dificultad en la regulación de las emociones. 
 
Es en este punto cuando el mindfulness presenta una solución, al ser una meditación que se centra en la atención del momento presente, favorece que el individuo logre conectarse con su realidad, desde el amor y la compasión, y la aceptación, sin emitir juicios de valor, que usualmente juegan un papel importante en el comportamiento adictivo a ciertas sustancias. 
 
En resumen, es posible tratar una adicción, y evitar el recaer depende en  gran medida de la fuerza de voluntad de la persona, de su capacidad para afrontar su presente y del apoyo que pueda recibir de su entorno, familiar, amistades o inclusive de un centro de atención especializado. 
 
En Claridad, te ofrecemos nuestro curso de mindfulness de 12 semanas, con el cual podrás empezar desde ahora tu práctica y aprendizaje sobre la atención plena, desde la compasión y el amor, hasta alcanzar la claridad que buscas. 
 
Hasta nuestro próximo post.    
 
  


Ver más:




Karelys León May 06, 2019
Hechos verificados