En la actualidad, es cada vez más común dejarnos llevar por nuestras emociones, ante situaciones agobiantes o estresantes. A continuación te mostramos 5 maneras, con las que podrás resolver un conflicto, aplicando soluciones a través del mindfulness.
En ocasiones, solemos escupir todos nuestros sentimientos en redes sociales, o atacando la posición de aquellos que se alejan de lo que consideramos correcto. Cuando alguien no está de acuerdo con nuestro punto de vista, atacamos o nos ponemos a la defensiva.
Está bien, querer defender nuestra perspectiva con respecto a un hecho o una situación, sin embargo, cuando no somos capaces de respetar a terceros, nos volvemos egoístas o agresores, y no me refiero en este caso a la violencia física, sino a la violencia que incluye el atropello a través de las palabras, o adoptante actitudes que se vuelve tóxicas y no suman.
Es importante, comprender que así como nosotros pensamos y sentimos, los demás están en su derecho de mantener una postura diferente, es totalmente válido, y es necesario aprender a escuchar, para llegar a un punto medio, en vez de dejar que el agua rebase la copa.
Si algo de lo que hemos mencionado te hace click, continúa leyendo, puesto que hoy te daremos cinco posturas mindfulness, que te ayudarán a resolver esas situaciones de conflicto que se presentan en la cotidianidad, a través del mindfulness, o la atención plena.
Para poder resolver un conflicto, es importante definir el mismo y abrir ante todo nuestra mente, para poder ver más allá de la situación, dar una respuesta a lo que sucede, de forma asertiva y creativa te permitirá sentirte mejor contigo, y conservar el respeto de los demás, así como favorecerá la comunicación y el entendimiento entre las partes en conflicto.
5 Actitudes mindfulness para resolver conflictos
1. Permítete sentir, como ser humano, es normal que tengamos distintos sentimientos, sobre todo cuando una situación no nos permite estar cómodos, o genera algún tipo de estrés. No debemos cortar el proceso, negando lo que sentimos, debemos dejar que las sensaciones que dicha situación nos produce, fluyan naturalmente.
2. Escanea tu cuerpo, analiza cómo se comporta tu cuerpo ante dicha situación, ¿existe tensión en algún punto de tu cuerpo? O ¿sientes algún dolor?, ¿ha cambiado el ritmo de tu respiración?. A medida que te haces consciente sobre la tensión, toma una respiración profunda, y al exhalar observa cómo poco a poco te relajas.
3. Recuerda que siempre puedes elegir, hazte con el control de tu cuerpo y tus emociones, no dejes que estas te dominen a ti. Siempre podemos elegir entre entregarnos a los sentimientos negativos, o proceder a solventar una situación.
4. Abre tu mente a nuevas ideas, es importante mantener una mente abierta a nuevas ideas, ya lo decía Albert Einstein “La mente que se abre a nueva idea, jamás volverá a su tamaño original”. Un conflicto, supone una oportunidad para conocer nuevas perspectivas, o modos de ver una misma situación, no te cierres en tus creencias, permítete crecer y nutrir tu mente y espíritu a través de nuevas ideas.
5. Sugiere una solución, en vez de encerrarte en defender tu idea, o negarte a escuchar, procura ser creativo y buscar siempre una solución. Es más productivo, buscar una alternativa que centrarnos en la raíz del problema.
Es importante reconocer, cómo una determinada situación afecta tu cuerpo, puesto que es información valiosa que podrás usar a futuro, ante una situación similar, para prevenir que se presente alguna incomodidad, o respuesta no deseada. También es fundamental aceptar que algo te incomoda, en vez de negar la sensación de malestar que produce determinada situación.
Tomar el control de nosotros mismos, hacernos conscientes de los detonantes que nos llevan a actuar de un modo determinado, cada vez que alguno de estos se presenta, nos da la posibilidad de establecer planes de acción para encarar situaciones similares a futuro, tu vida y tus actos son el producto de lo que creas con tu mente.
Hasta nuestro próximo post.