Los estudios demuestran continuamente por qué la meditación es buena para nosotros.
La meditación es probablemente tan antigua como la propia civilización humana. Si bien la prueba del tiempo podría ser una prueba positiva que demuestra los beneficios de la meditación, el estudio científico ha demostrado que la meditación también es buena para nosotros. En esta publicación del blog, me encargaré de resumir un poco la investigación ampliamente difundida sobre la cómo meditar para ser más felices e inteligentes.
Dr. Herbert Benson: pionero en la investigación de la meditación
A fines de la década de 1960, el Dr. Herbert Benson de la Escuela de Medicina de Harvard realizó estudios científicos para evaluar los beneficios de la meditación en la salud . Determinó que la meditación podría usarse con éxito en el tratamiento de problemas fisiológicos, como presión arterial alta, enfermedad cardíaca y migrañas, así como enfermedades autoinmunes, como Como la diabetes y la artritis.
Mientras meditaban, descubrió que los latidos del corazón y la respiración de sus sujetos de prueba habían disminuido, sus niveles de lactato en la sangre habían disminuido y su cerebro había aumentado en la actividad alfa, lo que es un signo de relajación. El Dr. Benson también encontró que la meditación era útil para detener o ralentizar el pensamiento obsesivo, la ansiedad, la depresión y la hostilidad.
Restablecer el punto de ajuste
En el "Estudio del punto de ajuste", los científicos descubrieron que cada uno de nosotros tiene un "punto de ajuste" natural en nuestro cerebro para las emociones buenas y malas. El estudio encontró que las personas acostumbradas a ser felices. Tienen más actividad en la porción frontal de sus lóbulos frontales.
Mientras tanto, el lado derecho es más activo en las personas que se preocupan o están ansiosas. Incluso cuando ocurren eventos importantes en la vida de una persona, como ganar la lotería, los científicos han descubierto que la química cerebral vuelve a su punto de ajuste normal en aproximadamente seis meses.
La buena noticia es que puedes cambiar tu punto de ajuste a través de la meditación. Un estudio demostró que después de solo ocho semanas de meditación durante aproximadamente una hora al día, seis días a la semana, los sujetos de prueba informaron que se habían vuelto más felices. Las pruebas de seguimiento mostraron que los puntos de referencia de estos individuos habían cambiado, en la medida en que se había elevado su nivel normal de felicidad mental.
Resonancia magnética y meditación
En un estudio reciente de UCLA, los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética de alta resolución para escanear los cerebros de un grupo de sujetos que eran meditadores de larga data. Encontraron que los cerebros de estos individuos eran más grandes que sus contrapartes que no meditan.
Otro estudio encontró que las personas mayores que meditan regularmente no pierden su materia gris tan rápido como los no meditadores. Aparentemente, los cerebros de los meditadores tienen un tejido notablemente más grueso en la corteza prefrontal, que es la región del cerebro responsable de la atención y el control.
¡Imagina las implicaciones de estos descubrimientos! La meditación no solo puede evitar que las células cerebrales mueran, lo que suele suceder a medida que envejecemos, sino que también puede aumentar el tamaño del cerebro de una persona en varias regiones cruciales.
La evidencia también demuestra que las personas que meditan regularmente son capaces de enfocarse más profundamente y lidiar con el estrés mejor que los no meditadores. La ciencia confirma lo que los meditadores de larga data han sabido desde el principio: una práctica meditativa consistente disminuye el estrés y aumenta el bienestar.